Enseguida te cuento sobre un jardín que estaba igual que como quedó la remera, pero primero te relato la historia.
Verás que hay un aprendizaje en ella.
El sábado pasado estaba preparando una solución de lavandina para esterilizar las tijeras de poda.
Una práctica habitual y recomendada sobre todo cuando las utilizamos en distintas plantas y jardines.
Cuando comienzo a manipular la lejía me salpiqué la remera verde por una distracción mía.
Tres manchas amarillentas en la ropa aparecieron en pocos minutos.
No soy el primero en estropear ropa, ni tampoco seré el último.
¿No te parece?
Y así como mi remera ahora tiene dos colores, lo mismo le pasó al jardín de un cliente.
Pedro vivía en un departamento de un tercer piso junto a su esposa y “canela”, la perra.
Concluyeron que comprar una casa con jardín para su mascota era lo mejor.
Se decidieron por una en particular porque además de tener muchas flores, el pasto era verde e inmaculado.
Al cabo de un mes allí, su césped tenía más manchas amarillas que mi remera.
Grandes círculos y, no tan círculos, amarillos con un borde verde intenso.
Supongo que tú ya sabes de qué se trata, pero ellos no lo sabían.
Les expliqué que esas “quemaduras” eran producto de la orina de Canela y vimos algunas prácticas a realizar.
Mascotas y jardín no siempre se llevan bien. Sobre todo, cuando el jardín es pequeño.
Me preguntó cómo debía cuidar el césped, y qué tenía que hacer a lo largo del año, a lo que le indiqué todo con detalle pues me habían contratado una consultoría.
Claudio. El Jardinerista PD: Hay otras formas de esterilizar las herramientas. Pero si deseas preparar la solución que empleo es: 1 parte de lavandina más 9 de agua.